Hace unos días estaba haciendo una traducción para un cliente en Portugal y me volvió a la cabeza el tema del “Novo” Acuerdo Ortográfico. El entrecomillado no es gratuíto. El nuevo acuerdo se remonta a 1990, cuando fue firmado por los países de lengua oficial portuguesa, aunque hasta 2009 no entró realmente en vigor y fue adoptado por los medios de comunicación social. A partir de esta fecha se abrió un periodo de transición de tres años para que los sistemas educativos, entidades y organismos gubernamentales y, en general, todas las instituciones se ajusten a la nueva normativa.
Este tema puede despertar susceptibilidades entre algunos hablantes del portugués, pero para mí es sancionar lo que ya existe de hecho; adaptar la ortografía a la realidad de nuestra lengua, buscando un punto de encuentro entre las diferentes variantes.
Al realizar la traducción, durante el trabajo de documentación, pude comprobar que además de haberse introducido las nuevas normas en el sistema educativo, los medios de comunicación portugueses han abrazado sin reparos el acuerdo. En el caso de las webs oficiales parece que no les ha dado tiempo aún a adaptar sus contenidos. De cualquier manera me preocuparía más que fuera al revés, que la gente más estrechamente relacionada con el idioma vivieran de espaldas a esta iniciativa.
Ahora nos toca a todos ponernos las pilas y actualizarnos. Para esto me gustaría mencionar la página de Porto Editora (http://www.portoeditora.pt/espacolinguaportuguesa) con muy buen material para esclarecer cualquier duda relacionada con el Nuevo Acuerdo.